La división del trabajo y la deslocalización industrial.

Las diferencias industriales entre los países del mundo están aumentando mucho hoy en día. Un reducido número de países del hemisferio norte, como EEUU., Japón y la U.E. concentran el 80% de la producción industrial, mientras que gran parte de los recursos energéticos y de las materias primas proceden de países subdesarrollados, como Costa Rica, Malasia o Filipinas.

Estas diferencias son la base de una nueva división internacional del trabajo, en la cual, los países ricos controlan el capital, la producción, la tecnología y toman las decisiones, y, los países pobres, en cambio, les aportan mano de obra muy barata y ventajas económicas y fiscales que les ayudan a situarse en las industrias, normalmente, contaminantes.

Las principales impulsoras de este proceso son las multinacionales, de las cuales, muchas han procedido a la deslocalización de su actividad para ahorrar costes salariales y aumentar su competitividad.

La deslocalización consiste en descentralizar las empresas y trasladar las plantas de producción industrial, o algo de ellas a otros países con menos actividad industrial o en vías de desarrollo, normalmente a América Latina, el Sureste Asiático, donde destaca China.

Es el caso de INTEL, el fabricador Estadounidense de chips electrónicos, que practica una estricta división internacional del trabajo. La concepción de los nuevos productos tiene lugar en EEUU., sede de la empresa matriz;  su fabricación se efectúa en EEUU., Irlanda y Oriente Medio, y el ensamblaje final, en Extremo Oriente y Centroamérica.

Otro caso es Repsol, que obtiene la materia prima de países con yacimientos, como Arabia Saudí, o Catar, con sede principal en España, en Madrid. Después, lo lleva a los muchos países en los que tiene gasolineras y depósitos.

Los sectores más afectados por la deslocalización industrial son la automoción, la electrónica, el sector textil, calzado y los juguetes.

Bibliografía: He buscado la información que viene en el libro y algo de la página oficial de Repsol.

David Pérez Ruedas.